sábado, 3 de abril de 2010

EDITORIAL

REFLEXIONES
Los cristianos acabamos de conmemorar la semana santa. Fecha en la que se recuerda el sacrificio de Jesucristo por el perdón de los pecados.
El tema no es solo un asunto espiritual. Si no constituye un tema social. Cuando hablamos de pecado, no solo nos referimos a los temas puramente personales sino a los grandes problemas sociales y a las reflexiones sobre la solución de los mismos.}
Esta semana Santa nos hace revivir en nuestra conciencia lo que esta pasando en nuestro país y en Arequipa. Aun hay una gran miseria en las zonas marginales de nuestras urbes, y también en los lugares del centro donde sectores de clase media se han visto empobrecidos por la política económica no redistributiva que llevan adelante nuestros gobernantes.
No es posible olvidar que el principio cristiano es claro. Hay que dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo y dar posada al peregrino. ¿Cuanto de esto se cumple por ejemplo en Arequipa?
¿Cuanta gente aun no tiene vivienda digna, no tiene servicios como agua luz y teléfono, no posee los recursos necesarios ni el empleo para vestir dignamente?
Y, ¿ que hacemos los cristianos porque esto cambie? No con revoluciones traídas de los cabellos imperando la violencia y poniendo adelante un partido que al final solo ellos se benefician, utilizando el nombre de los pobres como bandera.
No así. Sino redistribuyendo mejor nuestras riquezas. Invirtiendo mejor nuestros fondos. Generando empleo y bienestar en la población, e impartiendo justicia. Así se es cristiano. Así una autoridad puede demostrar sus principios al lado del pensamiento y doctrina que nos enseñó el hijo de dios hecho hombre.
Ese es el tema que debe motivar a una reflexión por parte de nuestras autoridades. ¿Cuánto hemos hecho en nuestra gestión para que este tema cambie?. ¿Cuánto hemos sido más honestos para buscar que con los fondos que por ese concepto se ahorran, logrando que por lo menos esta situación varíe?. ¿Cuánto hemos hechos por las mayorías sin importarnos nuestro beneficio personal económico o político?.
Ojala que esta semana que pasó haya servido para que se puedan enmendar rumbos, este año que cambiaran las gestiones de las autoridades ediles y regionales, y que nuestra población entienda que antes de votar hay que reflexionar bien por quien lo hacemos y si ese voto va a beneficiar a las mayorías mas allá de las demagogias que se expondrán en la campaña electoral.

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